Junto a los últimos días de octubre llegaron las ceremonias de cierre para el proyecto realizado por Fundación El Toldo, “Susurrando los saberes de mis mayores”. El libro resultado de esta iniciativa es la recopilación de relatos escritos por niños y niñas de entre 5to y 8vo básico de tres escuelas rurales de la comuna de Ancud.

Esta actividad contó con el financiamiento del Ministerio de las Culturas las Artes y el Patrimonio  a través del Fondo Nacional de Fomento del libro y la lectura (FONDART) en la convocatoria para el año 2023, además de la colaboración de la Escuela rural Manao, Escuela Puente Puntra y la Escuela Sol del Pacífico de Pilluco.

Durante los siete meses en los que se desarrolló esta iniciativa los niños y niñas aprendieron técnicas de escritura y entrevista que utilizaron dentro de sus núcleos familiares para rescatar saberes, historias y anécdotas para luego escribirlas con sus palabras en el taller guiado por la poeta Rosabetty Muñoz. Además, tuvieron preparación en técnicas teatrales tutelado por el actor David Gómez, para conocer mejor su voz y practicar los susurros que tendrían que realizar en la intervención urbana en el centro de Ancud.

SUSURRANDO EN LAS CALLES DE ANCUD

Luego de varios meses de preparación, los niños y niñas, pequeños escritores del proyecto se reunieron por primera vez en un solo lugar. La actividad dirigida por el equipo de Fundación El Toldo, se trató de un despliegue de susurradores en pleno centro de la comuna.

Durante la mañana de la actividad los estudiantes se acercaron a los transeúntes que estaban en diversos puntos, como la Feria Social, la Feria Rural Municipal, calle Pudeto y calle Dieciocho. A quienes aceptaban les contaban sus historias por medio de un susurrador hecho por ellos mismos en el taller.

La iniciativa desencadenó diversas respuestas del público, desde sonrisas, abrazos o algún intercambio de memorias hasta el deseo de entregar una paga o regalo por las historias compartidas.

“[…] quisiera que se vuelva a repetir por el tema de que otras escuelas puedan participar, otras personas. Porque es bonito contar historias, que otra persona te las cuente o pasar un rato, te puedes alejar de lo malo […] le susurré a 15 personas, y algo interesante que me pasó fue que una señora me pidió un abrazo, yo se lo di sinceramente”

Agustín Guichaquelén

UN PROYECTO MARAVILLOSO

El término del proyecto se realizó en conjunto a cada escuela participante y se trató de un acto conmemorativo para los estudiantes que formaron parte de la iniciativa. Cada escuela facilitó un espacio acondicionado para la presentación y entrega a cada pequeño escritor del libro “Susurrando los saberes de mis mayores”, un video de todo el proceso creativo de los niños y niñas, y un cóctel que reunió por última vez a estudiantes, apoderados, autoridades de la escuela y el equipo de la fundación.

“En mis años en que estudie en el colegio, nunca pasó esto, y se agradece que de verdad se fijen en los niños y así los niños toman más conciencia en leer libros, en leer la historia de Chiloé, porque eso a ellos les va a hacer bien […] él se dio cuenta que no es todo tecnología, celulares o computadores o televisión […] el susurrar encuentro que es espectacular porque uno de repente anda tan apurado en el día, tiene tantos problemas y tomarse un tiempito para escuchar a la otra persona es muy bueno, eso me gustaría a mí practicar en mi hogar o con mi familia”

Apoderada, Escuela rural Manao

Dentro de las opiniones más repetidas que dejó este proyecto está la sensación de que debería ser una actividad permanente para todos los niños y niñas que pudieran participar. Además, la impresión de quienes fueron espectadores da a considerar la iniciativa como una herramienta muy importante para el futuro de los saberes de los más antiguos de las familias.

“Un proyecto maravilloso, en primera instancia emocionante también, porque recopila todo lo que es nuestras raíces, digamos. Este proyecto para nosotros de verdad que fue maravilloso… es gratificante es lindo ver como él trasmitió lo que mi tata le contó”

Apoderada, Escuela Puente Puntra

Finalmente, luego de un largo camino de trabajo y emotividad el resultado final de esta iniciativa ─ que buscaba rescatar los conocimiento ancestrales de las personas mayores que poco a poco se pierden entre el avance acelerado de la tecnología y el desinterés por la conservación de las tradiciones ─ estará a disposición para la lectura en la biblioteca  pública de Ancud, y en digital disponible para descarga en formato PDF.

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