El cierre de esta iniciativa se realizó en el Festival del Patrimonio Agroalimentario, organizado por el Consejo territorial SIPAM Ancud, y fue la última instancia de participación de las artesanas que formaron parte de este proyecto.
Este 6 y 7 de diciembre se terminaron las actividades del ciclo de jornadas de aprendizaje del proyecto “Residencia creativa de Ancud artesanía de Chiloé en textil y cestería 2024” donde 14 artesanas de distintos puntos del archipiélago llegaron para adquirir herramientas que potenciarán su trabajo.
Esta iniciativa, financiada por el Ministerio de las Culturas las Artes y el Patrimonio, a través de su FONDART Regional en su línea de actividades formativas convocatoria 2023, comenzó en agosto de 2024 con la guía de tres tutoras del equipo de Factoría de Oficios y cuatro tutores maestros artesanos de tradición textil y cestería tradicional.
Durante los meses en los que se desarrolló este ciclo de actividades, las artesanas pudieron abrir sus sentidos, reencontrarse con sus oficios desde otra mirada y compartir sus experiencias como artesanas, conversando con sus pares, generando un espacio de producción en el que prima la creatividad y la exploración a través la experimentación.
Las jornadas se dividieron en sesiones mensuales, presenciales y en línea, donde cada sesión abordaba un tema diferente que iba desde la creación o perfeccionamiento de su identidad artesanal, innovación en tamaño, forma, y técnicas, innovación a través del color, herramientas comunicacionales para generar espacios de difusión, exploración a través de otras disciplinas o materiales y finalmente la producción de piezas en las que se aplicaran estas cualidades.
INNOVACIÓN, CREATIVIDAD Y EXPERIMENTACIÓN
Si bien cada disciplina tiene sus propios desafíos, durante la residencia se sembraron las bases del diseño, a través del color, la composición, textura, tamaño y técnica. Estos temas fueron abordados por maestros artesanos con vasta experiencia en sus áreas de trabajo.
La primera maestra fue Raque Aguilar, artesana cestera de Yaldad, reconocida con el sello de excelencia a la artesanía Chile, quien trabajó la identidad artesanal, cómo definir su trabajo y qué aspectos de la vida, del entorno y de su historia conforman esta identidad, cómo se reflejan en sus pieza y porqué.
Tras esta emotiva dinámica las artesanas tuvieron una actividad de reflexión y composición escrita en la que se trazaron los lineamientos para definir sus propios trabajos pensando en sus objetivos.
Para la siguiente visita se reunieron las maestras Adelina Soto, artesana cestera, y Adriana Tureuna, artesana en textil tradicional Quelgo; quienes guiaron a las residentes para aprender y pulir sus técnicas con puntos, tramas y tejidos pudiendo innovar en el diseño de sus piezas, dando los primeros pasos en la experimentación en sus oficios.
Por último, tuvieron la oportunidad de trabajar con el maestro Osvaldo Guineo, artesano en textil tradicional de Quellón, dos veces reconocido con mención honrosa del sello indígena en 2019 y 2021, dos sellos de excelencia en 2021 y 2022, y sello artesanía indígena en 2023. En esta sesión luego de una charla en donde compartió sus primeros pasos en la tradición textil, la historia del oficio y algunas técnicas casi extintas del mismo; se enfocó en el trabajo del color con tintes naturales, la diversidad de colores, sus aplicaciones y cómo esto influye en el diseño. Cerrando la actividad con una pequeña muestra de puntos utilizados en diversas aplicaciones.
EL FINAL DE UN CICLO
Luego de un largo camino de experimentación, trabajo y aprendizaje, las 14 artesanas residentes se prepararon para terminar esta experiencia.
La jornada se dividió en una actividad de reflexión y reconocimiento a la trayectoria, al trabajo realizado y un pequeño conversatorio para conocer qué le había parecido esta iniciativa, destacando ideas como “volver a encantarme con este oficio” o “la valiosa ayuda de maestros que acompañaron este crecimiento sin reparos a traspasar todos sus conocimientos”, agradecieron la oportunidad y valoraron profundamente el trabajo con maestros locales que sin prejuicios compartieron los secretos de sus oficios.
Para finalizar esta parte de la jornada, el equipo de Factoría de Oficios, el equipo del Museo regional de Ancud y el equipo de Fundación El Toldo entregaron un pequeño reconocimiento para las artesanas participantes de la residencia creativa en textil y cestería.
Por último la segunda parte de esta jornada de cierre se realizó durante el Festival del Patrimonio Agroalimentario SIPAM Ancud, realizado en la Plaza de armas de la ciudad, en la que se agruparon distintas personas ligadas al mundo de la agricultura, la tradición alimentaria, la naturaleza y por supuesto artesanas tradicionales.
Con esta vitrina, las artesanas pudieron exhibir las piezas trabajadas durante la residencia y fomentar su negocio, además de generar ingresos. La actividad duró dos días, donde las artesanas pudieron dar a conocer su trabajo con todos los visitantes del festival.